martes, 14 de febrero de 2012

El catorce de febrero día de "San Valentín", mejor conocido como  día del amor y la amistad. Nunca creí que podía llegar a odiar un día que todos piensan que es muy bonito. La  verdad no lo odio. Pero me causa enojo que se sientan obligados a dar un bonito regalo si  se puede dar cualquier otro día. No importa el día, el  costo, ni para quien valla dirigido, lo importante  es con el cariño que se dé.

Le comente a Sergio lo que pienso de este día. Con sus mejillas rojas, soltó la carcajada y dijo eres como El Grinch. Me pareció muy gracioso, comencé atacarlo con muchas cosquillas en el estómago. Se escucharon ruidos de que alguien subía las escaleras. Era Héctor, mi  jefe, él sí parecía Grich. Se veía molesto.  No quise preguntarle nada, solo me despedí de Sergio y baje con mi jefe.

Cuando llegamos a la oficina Héctor me pregunto  ¿qué tenía que ver con Sergio? No respondí, seguí con mí trabajo. No sabía que contestarle. Sergio, solo es amigos le dije. No  se por que me puse nerviosa. Héctor comento que estaba distraída  desde que salía con Sergio. Evite sus demás preguntas y Salí.

Caminaba por el pasillo cuando en mí cabeza solo pasaba Sergio. De repente  me detuve. Creo que me estoy enamorando. Él es  tan atento conmigo, me invita a salir, me hace reír, siempre que llego ésta esperando para comer conmigo, cuando abro mi loquer hay un chocolate que no se cómo lo  pone ahí. Cómo podre enamorarme de él, con el jefe que tengo, la preocupación si  pasare mi examen, si podre acabar la quincena con dinero, todo esto me pasa por mi cabeza primero antes que él. La verdad si me interesa. Es muy simpático sobre todo cuando  me hace reír, sin importarle que tenga que hacer  el ridículo, a veces me da un poco de pena, todos nos miran pareciera que a él no le importa. Llegue a piso de ventas y salude a todos les pedi que me pasaran sus formatos para checarlos y mandarlo a coordinación.

Ya era las 13:00hrs cuando mi jefe y yo nos dirigíamos asía el comedor,  vi a Sergio iba llegando de comer, no puede hacer nada Héctor a lado  se encontraba. Solo basto  una mira para que mi jefe se diera cuenta lo que Sergio y yo ocultábamos. Ya no lo podíamos evitar nuestros ojos  parecían dos cristales que solo pudimos decirnos hola. Jamás me sentí así, tan nerviosa,  mí jefe no me dijo nada solo agacho la cabeza y soltó la carcajada.

Llegando  al comedor un silencio me atormentaba, mientras comíamos unas deliciosas enchiladas verdes, mí jefe, me recomendó que no tener ninguna relación en el trabajo, solo hice un gesto de desagrado y seguí con mis alimentos,  no quise hacer ningún comentario, para no salir de discusión con mi jefe. Terminamos de comer. Y decidimos terminar nuestro trabajo, era muy importante acabarlo. Se tenía que entregar  para el sábado y mí jefe se iba de vacaciones y no podía dejarme todo el trabajo. Cuando nos dimos cuenta ya  las 16:00hrs ya eran y mi hora de salida también asi que me despedí. Ya no vi a Sergio el salía asta las 20:30hrs.   

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